Como padres les pido hacer este ejercicio: tratemos de ver a ese chico no como
a nuestro hijo, sino al chico que se abre paso en el que camino, que pasa por
una etapa de explorar conocer, aprender, divertirse y equivocarse, pero sobre
todo eso, equivocarse. Busquemos ser objetivos, muchas veces cuando se trata de
su hijo se pierde esta cualidad. Les pido que por esta ocasión, solo por esta,
cambien la mirada con la que lo observan.
En la vida el padre siempre está para aconsejar, guiar, incluso es quien
muchas veces rectifica el camino de un hijo, en la cancha el entrenador al
igual que el padre es un guía, desde la banda grita, apoya, regaña y motiva esto
con el fin de que el chico tome la mejor decisión, sin embargo es él quien
tiene la redonda en los zapatos, será él quien decida si pasa a gol, o tira al
arco, total al final de cuentas, al igual que en la vida la decisión sera suya.
Lo más importante de toda decisión en un chico a esta edad no tiene que ver con
si es la correcta o no, ni mucho menos en si es la más popular o socialmente
aceptada para los demás (o para ustedes como padres), lo importante de una
decisión a esta edad (y que es lo más difícil de transmitir) es que está este
tomada con conocimiento de causa, que conozcan las consecuencias de sus
decisiones “estar informados” a esta
edad es fundamental para su formación aunque no debemos olvidar que es
completamente permitido equivocarse, es más, incluso creo que errar es una
obligación, ya que las caídas de hoy serán los aciertos de mañana. El
entrenador debe transmitir (informar) porque es importante tocar la bola a un
compañero y no querer gambetear a 5 cuando se tiene a al lado a alguien en
mejor posición, no todos son Iniesta (y aun así él la pasa). El padre debe
lidiar con el chico deportista que comienza a estar en edad de salir de fiesta,
probar el alcohol, el cigarro, la desvelada, conocer “el vicio”, ese que tanto le temen los
padres. Bien dijo Maradona alguna vez: “la
cocaína no me hacía más veloz, ni más técnico, simplemente era joven y mi
cuerpo una maquina la cual según yo, no mermaba mi rendimiento, ¿A dónde
hubiera llegado yo de haber cuidado mejor mi cuerpo? La juventud me permitía
combinarlo, hoy en día lamento haber bailado con la noche mientras me debía al
día”.
Probar el cigarro, el alcohol no es que estén bien ni mal, sino todo lo
contrario, es una cuestión personal cabe recordar que hay tiempo para vivirlo, más
aun a esta edad, pero el chico debe tomar en cuenta algo muy importante:
“El bailar con la noche te
cobra factura en la cancha, la noche te resta fuerza para el regate final,
velocidad para desbordar, incluso merma la precisión del último toque, aquel
pase que puede regalarte la victoria, el cuerpo y el fútbol son caprichosos y
celosos, no permiten que bailes con él y con la noche.”
En la cancha quien terminara decidiendo si tira o pasa es el chico, en la
vida quien tomara la decisión final de beber o no, es él, tanto el entrenador
como el padre deberán dar sus mejores argumentos para que el chico tome “SU”
mejor decisión, si la tira y falla ya vendrá otra jugada, si un día se desvela
antes del juego, ya vendrá un próximo juego, la vida creo yo está llena de revanchas,
lo importante es que tanto en la vida como en la cancha aprenda a tomar
decisiones, en el caso de la vida él deberá decidir con quien salir, ya que la
noche no pretende compartir a alguien con el día, ambas son celosas y muy demandantes.
Cuando tu hijo te diga:
-Papá pero Cruyff
dijo alguna vez que:
“Romario dio los
mejores juegos en Barcelona siempre que salía un dia antes de rumba, hasta que
saliera la luz del sol”.
-La respuesta a
esta pregunta es muy sencilla:
¿Cuántos Romarios hay en el mundo?
A título personal digo: estoy a favor del deporte y del futbol, me
considero un apasionado de ello, soy un deportista más no un atleta, es por eso
que tampoco estoy en contra de los vicios, yo no me dedico a mi cuerpo, solo lo
mantengo, incluso disfruto de un par de vicios, simplemente creo que hay cosas
que no van de la mano y que son incompatibles, por algo jugamos fútbol de día y bailamos por la noche, yo no puse las reglas,
solo las juego, es sencillo el atleta no debe tener dos amantes. ¿Día o noche?
Él decide.
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